lunes, 10 de mayo de 2010

Linea 5. Dirección Alameda de Osuna.




8.30 a.m
Plena hora punta.
Final del último vagón de metro de la linea 5, dirección Alameda de Osuna.
En Marqués de Vadillo, cuando ella lleva ya 5 paradas, él sube.
Todas las mañanas, de lunes a viernes es el mismo trayecto.
Casi todas las caras son familiares ya. Y más aquella.
Se miran, y cada vez se aguantan más esa mirada.
Hoy, él incluso se atreve a enseñar una leve sonrisa.
Es correspondida con la de ella, que lo intenta, pero no es capaz de sostenerle la mirada y acaba bajando la cabeza algo sonrojada.
Tras un momento ambos vuelven a la realidad.
8.38 a.m
Sigue siendo hora punta.
Van ya a la altura de Acacias.
El vagón está cada vez más lleno.
Ambos se concentran a sus cosas.
Él vuelve a sus apuntes de filosofía, hoy hay examen.
Ella se sumerge en la canción de turno.
Todo lo que hago es para hacerte reír, si te veo llorar otra vez me voy a tener que ir o me va a estallar el pecho aquí mismo y voy a mancharlo todo de dolor, que es un color feísimo...
Violadores del verso.
No suele escuchar rap, pero es que le recuerda tanto a su ex...

3 comentarios:

  1. Poemas jamás escritos y versos violados en una hora punta cualquiera de un bucle ¿infinito? ¿para él? ¿para ella? ¿para todos?

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  2. Bonito escenario, no importa si es la hora punta, no importa si él está concentrado en estudiar o ella en mirarle. Importa el segundo que se cruzan las miradas, que dicen tanto, sin decir nada.

    Saludos.

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